Santiago del Valle Dávila: “Me parece muy interesante tratar de llevar a las letras mecanismos de otras disciplinas”

Nadar Ediciones siempre recibe la primavera con novedades. Este año, lo nuevo del equinoccio vernal es el segundo título de la colección Nadar Contracorriente Narrativa: ESCENARIOS, libro de cuentos de Santiago del Valle Dávila (1995), quien inaugura su exploración literaria con esta obra, su opera prima.

ESCENARIOS es un libro que traspasa los mundos interiores para perderse en los destinos ilimitados de la exterioridad. Es una voz que deambula, se detiene, observa y repara en el acto mismo de lo que está sucediendo. Es un permanente flujo de circunstancias que bajan por los muros de geométricas torres ubicadas en el sector norte de Santiago de Chile, para luego disolverse en las incógnitas de los caminos que tejen nuestros núcleos urbanos.

En ESCENARIOS, Santiago del Valle Dávila piensa en la doble significación del escenarioen tanto concepto: es un sitio y es un conjunto de sucesos. Su particularidad es que aplica el ángulo personal y cotidiano para imaginar estos espacios: “los lugares que aparecen en los cuentos son aquellos por los que anduve transitando, o que eran parte del cotidiano personal ― de estudiante, de hermano chico,  y todas esas cosas”, señala a propósito de porqué su libro refiere a un momento específico, el que a su vez iba acompañado del lenguaje de la música.

Con el propósito de sacudir algunas dudas que nos dejó la lectura de ESCENARIOS, preguntamos a Santiago sobre el proceso de producción de sus cuentos. Esto es lo que nos comentó:

Cuéntanos sobre Escenarios. Desde el nacimiento siempre difuso de la inspiración creativa hasta el salto que da ahora tu obra, pronta a publicarse por Nadar Ediciones, como opera prima que abre un camino hacia futuras exploraciones literarias. ¿Qué reflexiones ha suscitado la edición de tu primer trabajo narrativo?

Esto partió con inquietudes e intereses que despertaron y se fueron acumulando en tercero medio, o cuarto medio, que dieron pie para en algún momento ponerse a redactar material, bien desorganizado y dudoso. Es muy impresionante ver el libro impreso y darse cuenta del largo camino que hay desde ese primer impulso. Especialmente ya una vez trabajando con la editorial, no sólo por el proceso de corrección sino también el diagramado, el proyecto gráfico, imprenta; todas estas cosas terminan dándole forma al material tanto como todo lo demás. Por eso estoy muy agradecido de haber podido participar tan de cerca de esta parte final.

Hablemos de tu incursión en la literatura. ¿Qué antecede a Escenarios? Sabemos que has publicado en la revista uruguaya Numeral ¿Cuál es la distinción entre estas escrituras de distintas épocas?

En Numeral 3 hay dos cosas, una es una serie de relatos cortos que se llama “Observaciones”, y la otra es un cuento suelto un poco más largo llamado “Casa”. Estoy muy feliz de haber podido publicarlos allá, porque justamente son los escalones previos a “Escenarios”. Cuando empecé a escribir, mi idea en cuanto a formato era solo tomar pequeños retratos de cosas que veía en la calle, evitando poner una voz narradora muy activa o presente. A eso le puse Observaciones y fui juntando varias, pero pronto el formato se me fue desarmando ante la tentación de darle una línea más narrativa y personajes que fueron apareciendo entre medio de las imágenes. Ahí salió Casa, que está a medio camino entre esas ideas. Estaba obsesionado con los espacios arquitectónicos. Después de Casa, quise pasar a explorar un edificio, todavía manteniendo un poco esto de la observación, y ahí salió lo que ahora es la primera mitad de Escenarios.

Uno de los aspectos que destacamos de Escenarioses la nota musical que propone tanto en su escritura como en el contenido de los relatos. Por lo que pudimos oír, incluso el proceso creativo de Escenariosestuvo acompañado de composición de canciones. ¿Cómo ves la diferencia entre estos dos códigos del lenguaje? ¿Qué es lo que cubre uno que el otro no, y viceversa?

A lo mejor lo del cotidiano personal también es el culpable del contenido musical del libro. Como estudio en la Facultad de Artes de la Chile, y trabajo en Espacio Elefante, estoy muy rodeado de todo tipo de música (y músicos). Y respecto a las canciones, hubo algunas que escribí más o menos en la misma época que estaba avanzando con Escenarios, en 2014 y 2015 más o menos, y que creo que salieron del mismo conjunto de ideas o estados de ánimo que los cuentos. Por eso al ir revisando las canciones en construcción decidí intencionar esa relación con los personajes y las acciones de manera muy básica, más que nada desde las letras.

En el plano personal, ¿qué influencias te impulsaron a la escritura?

Yo creo que el cine y las fotos más que ninguna otra cosa. Por lo menos en Escenarios, las temáticas que me tenían obsesionado eran muy visuales. Me acomodan las letras como medio para hacer una narración, pero me parece muy interesante tratar de llevar a las letras mecanismos o principios de otras disciplinas. Seguramente estudiar música también implique alguna influencia a la hora de sentarse a escribir, sobre todo en cosas como tiempos y ritmos.

Extrapolándonos de nuestro cometido inicial, danos alguna recomendación literaria o musical, quizás de lo que estás leyendo o escuchando por estos días.

Soy bien mainstream para mis gustos. Pero ahora estoy escuchando mucho a algunas de las bandas que han ido pasando por Espacio Elefante. A modo de recomendación, en ese subterráneo me he ido topando con bandas espectaculares como Dolorio & los Tunantes, Velódromo, María Bonobo, Poder Fantasma, Amarga Marga, y un largo etcétera.


Disponible en librerías

Narrativa

Comprar

Leer en BP Digital


ESCUCHA O DESCARGA EL DISCOBandcamp

Spotify